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(Negras: Torre g8 – Blancas: Caballo x d6)Estoy al final de un camino y al comienzo de otro. Puedo escoger. Retroceder, para empezar de nuevo, por el primer camino, o seguir, para ver que hay en é ste. Siento que una parte de mí me empuja hacia delante, pero hay otra que me obliga a esperar, y luchar. Como luchan ellos. Todos está n ahí abajo, junto a mi cuerpo, tratando de salvarme, de conseguir que ese yo que ahora flota vuelva a mí otro yo fí sico. Los veo desesperarse, me inyectan cosas, se gritan unos a otros dá ndose ó rdenes, manipulan los aparatos. No saben que la decisió n es mí a. Tengo la paz tan cerca… Sin embargo, no quiero que sufran, y sé que está n sufriendo. Papá, mamá, Norma, Eloy… Sufren por mí, porque me quieren, y si me voy… Si me dejo atrapar por esta paz… Tal vez debiera luchar. Siempre habrá una paz, pero no tengo má s que una vida. Esta vida. Recuerdo la partida del ú ltimo campeonato. ¡ Oh, sí, sí, fue genial! ¡ Qué maravilla! No só lo fue la victoria, sino có mo la conseguí. Me sentí orgullosa de mí misma. Acorralada, sin mi reina, sin torres, sin el alfil blanco y sin el caballo negro, con un alfil y un caballo, y tres peones. Mi rival tení a todas las de ganar, pero resistí, paciente. Ella cometió un error, provocado por mí, y tras é l… Puede que é sa sea la clave: luchar. Sí, la paz estará siempre ahí, al final del camino, pero antes he de pasar por muchas batallas. É se es el sentido de la vida, de la partida. No rendirse. No rendirse jamá s. Esperad… ¡ esperad! ¿ Quié n ha dicho que me está is perdiendo? Quiero volver. Aú n no es el momento. Quiero seguir con vosotros, mientras decido cuá l ha de ser mi pró ximo movimiento. Esperad… He vuelto, estoy aquí, ¿ notá is mi pulso? Esperad…
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