Хелпикс

Главная

Контакты

Случайная статья





7 de enero 1997



 


Ficha de agente

 


Nombre real: Natasha Sokolov             
Nombre clave: Mary Gold
Fecha de nacimiento: 27/12/1991
Lugar de nacimiento: Ishimbaysky, Rusia.
Tipo de sangre: AB+
Raza: Humana
Orientació n sexual: Heterosexual.
Manada y residencia: South paradise.
Ocupació n real: Cazadora.
Ocupació n tapadera: Modelo


Evaluació n psicoló gica:  

Como una contradicció n para el tipo de trabajo que tiene es una mujer elegante y delicada; femenina en toda la expresió n de la palabra. Capaz de ser tan versá til como para desarrollar sus dos identidades de forma completamente aparte:

Mary se muestra como una mujer amable, con una sonrisa en su rostro la mayor parte del tiempo y una actitud que llegarí a a parecer sensual. Disfruta de hacer ejercicio, los quehaceres del hogar y, por supuesto, posar para una cá mara. No duda en ayudar a quien la necesita, brindando sus conocimientos para resolver los problemas que se presentan en el diario vivir. Una mujer cotidiana en todo el sentido de la palabra.

Una vez tiene una de sus armas a la mano se convierte en otro tipo de persona, Natasha, una mujer decidida a cumplir su objetivo, con un rictus serio en su rostro. Una mujer que no duda ni un segundo en apretar el gatillo para quitar la vida de aquellos animales que le habí an arrebatado todo; incluso, podí a parecer una mujer sin sentimientos. Cautelosa con todas sus relaciones mantiene un lí mite entre lo personal y la sociedad, siendo su trabajo un secreto que mantiene oculto de las personas.

Especialidades:

A continuació n, se da una calificació n de 1 a 5 a las diferentes habilidades presentadas por la agente, donde 1 es malo y 5 es excelente.

Ø Armas a distancia (arcos, rifles, etc)

Ø Armas arrojadizas (shuriken, dagas, etc):  

Ø Ataque cuerpo a cuerpo:

Ø Habilidades informá ticas:

Ø Conocimiento mé dico:

Ø Venenos:

Historia:

7 de enero 1997

" Corre"

Corrí a... sus pequeñ os pies se moví an de forma rá pida mientras buscaba un lugar donde esconderse; el miedo la mantení a en movimiento, alejá ndose lo má s que podí a de aquella pesadilla que se habí a desatado dentro de su propio hogar. Las imá genes de sus padres con los ojos desorbitados, sus cuerpos destrozados y la sangre bañ ando su ropa y el suelo, no salí an de su cabeza. Se repetí an una y otra vez mientras su pequeñ o cuerpo se moví a en medio de aquel bosque.

Siempre se habí a sentido segura allí, a su corta edad de 6 añ os el bosque era un lugar en el cual se sentí a libre, protegida; rodeada de criaturas especiales, animales fantá sticos que mostraban en sus ojos una conciencia casi humana. Sus padres siempre le habí an dicho que se trataba de guardianes, animales que protegí an aquel bosque en el norte de Rusia y a ellos; y, durante añ os, ella lo habí a creí do. Hasta esa noche, hasta ese momento en el que esos mismos animales habí an entrado en su hogar y los habí an...

" Mintieron... Y ahora está n muertos"

Sus pies desnudos dolí an, las pequeñ as laceraciones que se creaban con cada paso que daba hací an sus ojos humedecerse. Sus ojos se adaptaban pobremente a la oscuridad, ayudados por los escasos rayos de la luz lunar que alcanzaban a atravesar las copas de los á rboles. Dentro de su cabeza los escuchaba, todos los animales corriendo tras de ella para hacerle lo mismo que habí an hecho con sus padres; podí a sentir sus fauces abrié ndose para atraparla, destrozarla... Un dolor agudo atravesó su pierna derecha, su cuerpo se estrelló contra el suelo machando su ropa con la tierra hú meda, y arañ ando su piel con las rocas y ramas esparcidas sobre ella. Sollozó mientras rodaba sobre su cuerpo, llevando su pierna herida hasta su pecho, abrazá ndose a sí misma en busca de consuelo.

El sentimiento de debilidad se apoderó de ella, la inseguridad carcomiendo sus huesos de forma profunda mientras los minutos pasaban lentamente. El sonido de hojas y ramas rompié ndose al ceder al peso de alguien se hizo má s fuerte, su cuerpo tembló y sus ojos se cerraron al tiempo que el sonido se hací a cada vez má s cercano. Esperó en medio de pá nico el dolor agudo de una mordida, que los ruidos se apagaran en el momento en que su muerte llegara finalmente.... pero no llegó.

Tela suave y caliente fue dejada sobre su cuerpo tiritante, el olor a tabaco y licor llenó su nariz. Sus ojos se abrieron nuevamente, su cuerpo dejó de temblar mientras su mirada buscaba la raí z de aquel cobijo. El hombre sentado frente a ella era iluminado por la llama que acababa de encender; su cabello y pies oscura llamaron la atenció n de la chica, nunca habí a visto a ese hombre en el pueblo y mucho menos en el bosque. El calor de las llamas llegó a ella, haciendo su mente moverse de forma rá pida.

—¡ No! ¡ Ellos vendrá n! —gritó asustada, moviendo su cuerpo de forma brusca para sentarse y trata de apagar la fuente del calor reconfortante. El dolor en su pierna volvió a rugir; la niñ a olvidó la tarea que se proponí a para centrarse en su miembro herido, observando la astilla que habí a perforado la base de su pie y llegaba hasta su tobillo.

—Nos encargamos de ellos, ahora está n muertos... —aseguró el hombre mientras se acercaba. Con cuidado, tomó su pierna y la acercó para examinarla, un gemido de dolor fue soltado al sentir como su tobillo era volteado para tener una mejor vista —Podemos enseñ arte a luchar contra ellos, a no temer a esas bestias. No volverí as a sentirte dé bil, jamá s, podrá s causarles tanto dolor como el que ellos te causaron a ti...

Y gritó.

El olor a sangre llegó a ella, el dolor agudo proveniente de su pierna habí a aumentado al momento en que el desconocido habí a arrancado el pedazo de madera de ella. Su vista se nubló, cansada al punto del agotamiento dejó a su cuerpo caer de nuevo, con sus ojos pesados enfocando de forma fallida a quien, ella consideraba, le estaba salvando la vida.

—... obtendrá s venganza, pequeñ a.

Y la oscuridad la consumió.



  

© helpiks.su При использовании или копировании материалов прямая ссылка на сайт обязательна.