El lenguaje de gestos. 1. ¡Ten cuidado!. 2. ¡Corta el rollo !. 3. ¡Esto me huele mal !

El lenguaje de gestos

1. ¡ Ten cuidado!

Prevenimos a alguien llevá ndonos el í ndice a la parte inferior del ojo y, a veces, tirando de é l.
Este gesto se interpreta con facilidad ya que el sustantivo « ojo » en sentido figurado, equivale a « atenció n » o « cuidado ». Por lo tanto el gesto no requiere palabras aunque é stas refuerzan
su significado: un aviso, ya sea de forma espontá nea o amenazadora.

El mismo gesto puede significar que advertimos al interclocutor que hemos adivinado sus intenciones o que sabemos algo que é l intentaba ocultar: lo que expresarí amos verbalmente mediante:
lo veo venir. En este caso reforzaremos el é nfasis si, al mismo tiempo que hacemos el gesto, guiñ amos
el otro ojo.

2. ¡ Corta el rollo!

El deseo de que interlocutor no siga hablando se manifiesta con un gesto de los dedos í ndice
y medio, que se abren y se cierran evocando el movimiento de las tijeras. En la frase « corta rollo », propia de hablantes jó venes y muy tajante, el verbo « cortar » equivale a detener o interrumpir, en tanto que el sustantivo « rollo » se refiere a la pesadez de las palabras del inerlocutor. En la misma situació n, otros hablantes se limitarí an a decir « ¡ cá llate! », « ¡ no sigas! », « ¡ dé jalo estar! », « ¡ basta de eso! »
sin hacer gesto alguno.

3. ¡ Esto me huele mal!

Exteriorizamos la sensació n de sospecha apoyando el í ndice en un lado de la nariz y dando unos suaves golpecitos. Si a esa sospecha se añ ade desagrado, puede hacerse una mueca con la boca. La razó n de este gesto es evidente: el verbo « oler » tambié n significa adivinar o tener indicios. Por esto decimos: « esto me huele mal », « esto me huele a chamusquina », « me huelo que esto acabará mal ».
En situaciones muy claras el gesto no necesita palabras o bien basta con « ¡ esto!... ». La frase
« aquí hay gato encerrado » se emite sin el gesto, pero transmite la misma informació n.

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