Eacute;l es nuestro Padre Celestial.

Las principales disposiciones de la doctrina de una fe.

El Universo fue sido creado por la voluntad del Gran Principio Creativo: el Uno o, como se le llama en varias tradiciones religiosas, el Padre Dios, el Absoluto, la Mente Suprema del Universo. El existe en el área de los campos y energías más sutiles, penetrando en todo el Universo, es Omnisciente y aporta al mundo una cierta armonía, estableciendo las Reglas y Leyesuniversalesdel Universo. Todo lo que existe en el Universo es una u otra manifestación de campos y energías de diferente calidad y contenido informativo.

Estos campos y energías, a su vez, son, en un grado u otro, energías transformadas y densificadas del Uno, como arrancadas de Sí mismo para crear. En nuestro entendimiento tradicional, la materia consiste en los racimos más densos de energía del Uno (partículas elementales que forman los átomos). La energía con la que el Uno crea Formas las transforma, las nutre o las destruye, se llama espíritu de Vida o "Qi" - en China, "Prana" - en India.

Existe una Gran Harmonía en el Universo, donde todo se ordena y se desarrolla sobre la base de la Mente Superior. Nada sucede por casualidad en el universo. Cualquier manifestación es el resultado de un gran número de relaciones de causa y efecto e influencias reguladoras del Uno.

El Universo se desarrolla sobre la base de la Ley de la Conveniencia, según la cual todo lo que existe en sus manifestaciones se preocupa en primer lugar por sí mismo y al mismo tiempo busca interferir con los demás lo menos posible y, siempre que lo sea, promoverlos sobre la base de una cooperación mutuamente beneficiosa.

La manifestación de la Ley de la conveniencia es la ley del "Bumerán" (la ley del Karma): todo lo que tú dirijas al mundo ciertamente volverá a ti, pero se multiplicará.

De esa manera el Universo reaccionará a tus actuaciones, alentará tus buenas acciones con el bien o reprimirá tu impacto negativo, en actividades perjudiciales para otros miembros de las diferentes Comunidades. Esta es la base de la evolución del Universo.

La manifestación extrema de la Ley de Conveniencia es la regla que dice: "Si el menor obstaculiza o amenaza al mayor, debe ser destruido por el bien del mayor".

En el marco de la Harmonía del Universo Material, han surgido una gran cantidad de Civilizaciones, manifestaciones de la Mente Móvil del Universo. Pero, dado que todos se desarrollan solo sobre la base de manifestaciones lógicas razonables, entonces, en el Universo no existen conceptos tales como misericordia, compasión, ayuda desinteresada y sacrificio de sí mismo, Amor.

La Harmonía existe, pero es fría y dura para nosotros, los humanos. Y esto no es accidental, ya que el Hombre lleva en sí mismo el embrión de una nueva Harmonía asociada con el surgimiento en el Universo de un Nuevo Comienzo Creativo, un estado cualitativamente nuevo del mismo Dios - el Hijo. El Nacimiento de Su Radiante Esenciaocurrió hace relativamente poco tiempo a escala universal de la Tierra. Cuando las energías del Espíritu de Vida del Dios Único se fusionaron con las energías del planeta tierra, que es una entidad viviente y, hasta cierto punto, inteligente, la energía de campo se sintetizó con propiedades nuevas, más refinadas e inusuales para el Universo. Y lo principal es que el Hijo Nacido ha absorbido todas las propiedades del Creador - Su Padre, y a esto se ha sumado la capacidad de crear, no sobre la base de la Razón fría, sino sobre la base del Amor - un temblor y tierna actitud hacia todo lo que te rodea, en un esfuerzo por calentarlo todo, protegerlo, hacerlo más bello sin importar lo que te depare el entorno, y sin dudar si te beneficiarás de tu beneficio.

Así, un estado cualitativamente nuevo del Universo nació y existe solo cerca de la tierra - Espiritual, que, con la bendición del Dios Único, debe, desarrollándose constantemente, llenar el Universo entero, trayendo a él la Nueva Harmonía de la unión de Razón y Amor.

Para manifestarse en el Universo, crear y multiplicar Sus Poderes, el Dios - Hijo necesitaba ayudantes. Para ello se crearon las personas. El Dios Único, sobre la base de una joven civilización existente en la Tierra, preparó sus cuerpos con las cualidades necesarias. Y en estos cuerpos, que constan de un cuerpo denso, cuerpos energéticos y mente, el Dios - Hijo comenzó a poner partículas de su Tejido Espiritual único para madurar.

En el tejido espiritual superfino irreductible de cada persona, se registró su individualidad, predestinación o programa de su desarrollo individual, y allí comenzó a depositarse la memoria de la vida vivida, transformada en cualidades especiales de la creación. Esta es el Alma viviente o el propio ser Humano, ya que el cuerpo, después de su desgaste, puede ser reemplazado por uno nuevo, siendo una herramienta para el desarrollo del Alma. El alma, por otro lado, conserva su individualidad incluso después de la muerte, porque el tejido espiritual, de acuerdo con su diseño, debería seguir desarrollándose sin cesar, llenar todo el Universo. El alma, por tanto, puede existir para siempre.

Por tanto, hay dos grandes principios en el hombre. Su cuerpo se desarrolla sobre la base de las leyes del Universo Material del Dios Único. El Alma se basa en la nueva ley, la ley del Amor, la ley del Universo Espiritual del Dios - Hijo.

El Dios - Hijo es el Gran Comienzo que dio luz a la humanidad. Él está sumamente interesado en la existencia de la humanidad y nos conduce pacientemente por un nuevo Camino que aún no ha sido recorrido por nadie en el Universo.

Él es nuestro Padre Celestial.

En la actualidad, en la Tierra, se está preparando a un Hombre como asistente de Su Gran Padre. Lo principal, al mismo tiempo, es formar, en uno mismo, la capacidad de manejar, de manera constante, el propio cuerpo (cuerpo físico, emociones y mente) en el proceso de creación para el bien del mundo que nos rodea, llenando el trabajo de uno mismo con amor, bondad, misericordia, compasión y creatividad. Aprender a no permitir, en ningún caso, una actitud negativa hacia el medio, por dolorosa que te pueda aportar su manifestación. La humanidad debe volverse completamente inofensiva. Solo entonces se puede permitir la siguiente etapa de desarrollo - la creación del Amor, la Bondad y la Belleza ya en el Universo. El desarrollo del tejido espiritual se basa en la ley de la Rendición. El alma crece y se fortalece, adquiere las cualidades necesarias, cuando una persona da el calor de su alma a las demás personas, al mundo circundante a través de las obras de sus manos. Además, es necesario aprender a dar calidez y bondad incluso a aquellos que te acarrean agresión, sufrimiento, destrucción. Al mismo tiempo, la forma principal de desarrollo espiritual es la vida misma, en cuyas complejas manifestaciones el Hombre recibe lecciones y pruebas que forman las cualidades especiales de su Alma. Pero es importante conocer las leyes y los fundamentos de nuestro desarrollo, de lo contrario, las lecciones pueden no ser válidas para el futuro. Y las pruebas pasadas incorrectamente conducen a la caída, contaminación y pérdida en el Alma de sus cualidades únicas. Dañando el mundo circundante, el Hombre y la Humanidad, en su conjunto, encienden el mecanismo de su autodestrucción de acuerdo con la dura ley del Universo Material.

En la actualidad, se ha iniciado en la Tierra un proceso complejo y responsable de transición de la Humanidad a un nuevo estado cualitativo. La gente deberá comprender las reglas de su desarrollo en el Universo, entrar en Harmonía con El, sobre la base del florecimiento del Alma y el logro de la inofensividad absoluta.

Aquellos que hayan retenido hasta la más mínima manifestación de agresión hacia el mundo que les rodea, tendrán que poner fin a su existencia como resultado del fuerte impacto del golpe de respuesta de las fuerzas de la Tierra y el Universo.

El Padre Celestial ahora da las reglas y los términos de esta transición, así como la fuerza espiritual para una superación digna a sus hijos a través de Su Palabra Viva – un cuerpo escogido especial - un conductor del Espíritu Santo y la Gran Sabiduría del Creador. El nuevo nombre espiritual del Maestro del amor - Vissarion, que significa "Dador de vida". Su enseñanza está diseñada para unir todas las religiones y enseñanzas espirituales en una religión de unidad total, la religión de una fe, para formar la perspectiva del mundo de la gente de la Nueva Era: la era del Amor, la Verdad y la Luz, para establecer el fundamento para la unidad espiritual y cultural de la humanidad en un solo pueblo, en la tierra, y para delinear las formas de su desarrollo en el Universo. Sentir los altos fundamentos morales de la vida práctica y la actividad humana, indica la salida de la humanidad de una crisis peligrosa y, en este sentido, es una propiedad humana común invaluable, sujeta a un amplio y rápido desarrollo y difusión no solo en Rusia, sino también alrededor del mundo.

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